No mires atrás, si lo que te importa está delante
SOBRE EL BLOG:
Hola a todos/as:En este blog encontraréis un libro que he escrito yo misma. Amor, traiciones y amistad se esconden en este libro.¡ESPERO QUÉ OS GUSTE! :) :)
sábado, 18 de agosto de 2012
CONOCE A LOS PERSONAJES.
NOELIA: Es la protagonista de esta historia. Cuando tiene quince años
irá a un campamento con sus mejores amigos dónde su vida cambiará hasta que tenga los dieciocho.
Es simpática, estudiosa y muy enamoradiza.
MARIO: Es el más listo de todo el grupo. Este chico moreno, de ojos verdes y gran personalidad, le demostrará lo que siente a la protagonista de esta historia.
SARA: Es la hermana de Mario. Además de ser la chica más mayor del grupo, es la más extrovertida, pasa de los estudios y la encanta salir de fiesta.
ANA: Es la más dulce y sensible del grupo. Esta chica rubia, de ojos azules y de estatura más bien baja, se ha enamorado de unos de los chicos del grupo desde que ambos tenía siete años, ¿pasará algo entre ellos?
CARLOS: Es la pieza fundamental de este grupo de adolescentes. Pelirrojo, de grandes ojos azules y divertido y, en casos muy particulares, es muy reservado y tímido.
Cuando tenga dieciocho años revolucionará la vida de Sara.
PABLO: Hace creer que es el más macarra y chulo del grupo pero, en el fondo es de los más sensibles y callados. Pero, eso sí, que nadie se meta con él. Se volverá de esa manera cuando le demuestre lo que siente a una de las chicas de este grupo.
JORGE: Noelia lo conoce en el campamento de hace tres años, acaban saliendo juntos durante un corto periodo de tiempo. Pero, este chico rubio, ojos claros y muy galán, se hace pasar por algo que no es y engaña a Noelia con otras de las chicas del campamento.
PAOLA: Sensual, extrovertida y luchadora. Así es Paola, la chica que acabará conquistando el frío corazón de Jorge. En el verano se dará cuenta de que se ha comportado muy mal con todos los amigos que forman ese grupo y, junto con Jorge, se disculparán.
LUCAS: Es el primo de Jorge. Musculoso, pelo rubio y rizado y grandes ojos azules oscuros, pasará unos días con su primo en una de las muchas casa de sus padres.
A Sara no le gustará mucho su visita, ¿habrá pasado algo entre ellos?
irá a un campamento con sus mejores amigos dónde su vida cambiará hasta que tenga los dieciocho.
Es simpática, estudiosa y muy enamoradiza.
MARIO: Es el más listo de todo el grupo. Este chico moreno, de ojos verdes y gran personalidad, le demostrará lo que siente a la protagonista de esta historia.
SARA: Es la hermana de Mario. Además de ser la chica más mayor del grupo, es la más extrovertida, pasa de los estudios y la encanta salir de fiesta.
ANA: Es la más dulce y sensible del grupo. Esta chica rubia, de ojos azules y de estatura más bien baja, se ha enamorado de unos de los chicos del grupo desde que ambos tenía siete años, ¿pasará algo entre ellos?
CARLOS: Es la pieza fundamental de este grupo de adolescentes. Pelirrojo, de grandes ojos azules y divertido y, en casos muy particulares, es muy reservado y tímido.
Cuando tenga dieciocho años revolucionará la vida de Sara.
PABLO: Hace creer que es el más macarra y chulo del grupo pero, en el fondo es de los más sensibles y callados. Pero, eso sí, que nadie se meta con él. Se volverá de esa manera cuando le demuestre lo que siente a una de las chicas de este grupo.
JORGE: Noelia lo conoce en el campamento de hace tres años, acaban saliendo juntos durante un corto periodo de tiempo. Pero, este chico rubio, ojos claros y muy galán, se hace pasar por algo que no es y engaña a Noelia con otras de las chicas del campamento.
PAOLA: Sensual, extrovertida y luchadora. Así es Paola, la chica que acabará conquistando el frío corazón de Jorge. En el verano se dará cuenta de que se ha comportado muy mal con todos los amigos que forman ese grupo y, junto con Jorge, se disculparán.
LUCAS: Es el primo de Jorge. Musculoso, pelo rubio y rizado y grandes ojos azules oscuros, pasará unos días con su primo en una de las muchas casa de sus padres.
A Sara no le gustará mucho su visita, ¿habrá pasado algo entre ellos?
Capítulo 1.
1. EL COMIENZO.
Para
Noelia era el día más caluroso de todo lo que llevaba de verano, pero no le
importaba porque ese era el día en el que ella y sus mejores amigas; Sara y Ana
embarcaban en una nueva de sus aventuras, su primer campamento de verano.
Noelia
llegó con sus padres a la estación de autobuses donde, ella, sus amigas y
muchos más chicos, cogerían el autobús a la diversión asegurada.
A
lo lejos le pareció ver dos figuras muy conocidas.
-¡Sara!-
gritó la chica entusiasmada. Noelia le dio dos besos y un abrazo a su amiga, y
lo mismo hizo con su hermano, Mario. Se conocían desde que tenían ocho años.
-¿Qué
tal estás?- le preguntó Mario a su amiga.
-Muy
nerviosa, pero es nuestro campamento y lo pasaremos genial.
Cuando
por fin llegó Ana, la tercera chica, se despidieron de sus padres y montaron en
el autobús. Allí vieron a Carlos y a Pablo, los saludaron y las puertas del
autobús se cerraron, había comenzado lo mejor del verano.
-Bueno
chicos- comenzó a decir uno de los muchos monitores del campamento- bienvenidos
al mejor campamento de vuestras vidas. Lo comenzaremos con nada menos que diez
horas de autobús así que por la noche a dormir, porque como montéis jaleo
hacéis todo lo que os quede de camino andando ¿entendido?
La
primera impresión de todo el autobús no fue muy buena, pero daba igual.
Cayó
la noche, todos dormían, bueno no todos, Noelia no podía pegar ojo solamente de
los nervios que tenía en el cuerpo. Su hermana mayor había vivido muchas
experiencias en el campamento, una de ellas fue su primer beso. Ahora ella
tiene veintidós años, pero recuerda su primer campamento como si lo hubiese
vivido ayer.
Noelia
y sus amigos tenían quince años, a Sara y a Ana ya les habían dado el primer
beso, menudas son ellas, pero este no era el caso de Noelia, ¿y si se lo daban
en el campamento? Pero ahora ella no quería pensar en eso, así que cerró los
ojos y se durmió con las ganas de comenzar el día de mañana.
A
la mañana siguiente un fuerte estruendo despertó a los seis amigos, ¡habían
llegado al campamento! Ana, Sara y Noelia se abrazaron de la emoción que
sentían.
Bajaron
del autobús, había un montón de chicos y chicas, algunos aún dormidos, otros ya
estaba conociendo gente, pero seguro que ninguno tenía las ganas de comenzar de
Noelia.
Cogieron
sus mochilas y se las cargaron al hombro. Caminaban hacia donde iban a montar
las tiendas de campaña, de camino un chico rubio, alto y de más o menos la
misma edad que Noelia. La paró.
-Hola,
¿tu no ibas en mi autobús verdad?- preguntó el chico misterioso.
-No
mis amigas y yo hemos ido en el pequeño- le dijo Noelia señalando a sus amigas.
-Por
cierto, soy Jorge.
-Encantada,
yo soy Noelia y mis amigas Ana y Sara- dijo ella cogiendo de la mano a sus
amigas.
-¡Chicos
venid aquí!- llamaron los monitores- hay que montar las tiendas de campaña.
Las
tres amigas se pusieron con sus tres amigos para formar uno de los grupos de
las tiendas.
Cogieron
su correspondiente tienda y se pusieron manos a la obra.
-Noelia,
¿puedes ir a por una piqueta? Nos falta una- le dijo Carlos.
-Claro,
vuelvo enseguida.
Noelia
se acercó a una gran caja verde donde estaban guardadas las piquetas. De camino
fue mirando a su alrededor. Pudo ver a más de cien chicos entre once y
dieciséis años trabajando y estrechando lazos juntos.
-Oye
que esa piqueta es mía- dijo un chico gordo de unos dieciséis años.
-Lo
siento- le dijo Noelia devolviéndosela.
-No
tranquila, quédatela-dijo guiñándole un ojo- soy Álvaro encantado y este es
Ángel, mi hermano pequeño.
-Soy
Noelia.
A
ella no se la habría ocurrido decir que Álvaro y Ángel fuesen hermanos. El primero era el típico
creído que lo tenía todo muy sobrado y su hermano un macarra que no hablaba.
Llegó
contenta, con su piqueta en la mano adonde estaban sus amigos.
-¿Cómo
es que vienes tan contenta?- preguntaron Pablo y Sara a coro.
-Tengo
una corazonada- dijo mirando a todo el campamento.
Capítulo 2.
2. SUPERSTICIONES.
Pasaron los días en el
campamento y los monitores reunieron a todos los chicos en el comedor para
darles una noticia.
-Chicos- comenzó a decir
el jefe del campamento- quiero que sepáis que mañana empezaremos una travesía
que durará cuatro días aproximadamente.
Todos comenzaron a
quejarse de esa noticia que para ellos era lo peor que les podían decir.
-Pero no olvidéis que esta
noche haremos un pequeña velada, pero ahora a comer- acabó diciendo otro de los
monitores.
A la hora de comer Sara,
Ana y Noelia se sentaron junto a Mario, Carlos, Pablo y Álvaro. Diego un niño
de once años apareció para darle una nota a Noelia.
-Gracias- le dijo ella
-¿sabes de quien es?
-De mi hermano- se
adelantó Álvaro.
Noelia la abrió y comenzó
a leerla:
TE ESPERO EN
LOS BAÑOS
DESPUÉS DE
LAS TAREAS
ÁNGEL.
-¿Qué querrá?- preguntó
Ana.
-Viniendo de mi hermano,
miedo me da- respondió Álvaro.
Una vez acabadas las
tareas, Noelia se acercó a los baños y desde lejos puedo ver el enorme ego de
Ángel.
-Recibí tu nota- dijo
Noelia- ¿qué quieres?
-Me gustaría decirte
que…bueno que… me gustas.
Noelia se quedó helada,
sin saber que responder.
-Mira me siento alagada
pero…
-Lo sabía, no sientes lo
mismo- dijo el chico cabizbajo.
-Lo siento.
-No importa, quedamos como
amigos ¿no?
-¡Claro!- dijo ella con
una sonrisa.
Llegó la noche y con ella
el momento que todos estaban esperando.
Para hacer las veladas el
campamento tenía como una especie de anfiteatro donde se celebraban todos los
actos.
Noelia, como pasó mucho
calor por el día y pensando que también lo iba a hacer por la noche, no se
cogió el abrigo.
Se sentó en las frías
escaleras, sola, porque a Ana le dolía mucho la tripa y Sara se había quedado
con ella en la enfermería.
Tiritaba de frío, se
lamentaba de no haberse puesto el abrigo.
-¿Estás bien?- le preguntó
la voz de Jorge.
-S-s-si- tiritó Noelia.
-¿Quieres mi abrigo?
-No, no quiero que pases
frío por mi culpa, pero gracias.
-Vale como quieras- dijo
Jorge alejándose.
Pasaron unos cinco
minutos, Noelia ya no sentía prácticamente las manos, hasta que sintió como
algo le tapaba los hombros.
-Te he dicho que no me
hace falta- replicó ella.
-Yo también puede llegar a
ser muy cabezota- dijo Jorge colocándole su abrigo por encima.
Noelia se sentía un poco
mejor, pero Jorge podía ver como sus temblores no cesaban, así que le pasó el
brazo por los hombros.
-¿Te importa?- le preguntó
a la chica.
-No, para nada- le
respondió colocando su cabeza en el hombro del chico.
De pronto, Noelia sintió
como un hormigueo por dentro, algo que nunca había sentido, se había enamorado
de Jorge.
Paró de tiritar y sentía
como su amigo la acariciaba el pelo mientras le acompañaba a su tienda.
-Gracias por el abrigo_ le
dijo ella devolviéndoselo.
-No hay porqué darlas- le
dijo apartándole el pelo de la cara y le dio un abrazo.
-Buenas noches.
-Buenas noches, preciosa.
Noelia vio como el chico
de sus sueños se alejaba caminando, sin dejar de mirarla.
Noelia entró en a tienda.
-Buenas noches, preciosa-
se burló Mario.
-¡Cuéntanoslo todo!- saltó
Ana que ya parecía encontrarse mucho mejor.
-No ha pasado nada. Buenas
noches a todos- dijo Noelia metiéndose en el saco de dormir, sin dejar de
pensar en él.
Capítulo 3.
3. PENSAMIENTOS.
A la mañana
siguiente los monitores del campamento despertaron a toda la gente a las cinco
y media de la madrugada.
-Bueno y…
¿qué pasó con Jorge?- preguntó Mario intrigado.
-Normalmente
cuando uno se despierta se suele decir buenos días o algo por el estilo- le
respondió Noelia entre carcajadas- y no
pasó nada.
Noelia salió
de la tienda y se encontró a Sara y a Ana sentadas en el suelo esperándole.
Estuvieron
hablando y al cabo de un rato apareció Álvaro con un ojo morado. Automáticamente
Sara se levantó para preguntarle qué o quién le había hecho eso.
-¿Qué te ha
pasado?- preguntó ella con los ojos como platos.
-Al salir de
la tienda de campaña me he tropezado con una de las piquetas y este es el
resultado- dijo Álvaro señalándose el ojo del golpe- bueno me boy a buscar a mi
hermano antes de que se meta en algún lío del que luego no pueda salir. Adiós.
-¡Hasta
luego!- gritaron ellas a coro.
Se pusieron
en camino, iban a ser veintisiete largos y duros kilómetros, pero con unos
amigos que siempre durarán.
Irían por el
kilómetro cinco o así, Ana había sobornado a Carlos para que le llevase la
mochila y este que tiene menos coeficiente intelectual que una lavadora,
accedió.
Álvaro (que
le sobraban uno o un par de kilitos) iba hablando con Sara, dejando atrás a
Ángel y a Noelia que, por casualidad hablaba con Jorge para conocerse un poco
mejor.
-Bueno y tu
¿tienes hermanos?- le preguntó Noelia.
-No, soy
hijo único. ¿Y tu?
-Tengo un
hermano de diecinueve años, un incordio pero le quiero mucho- dijo ella con una
sonrisa.
-Mira parece
que ya hemos llegado- le dijo él señalando un edificio verde a lo lejos.
Una vez
acomodados, más o menos, se ducharon y se pusieron a comer.
Como siempre
Ana, Sara y Noelia se sentaron juntas sin Álvaro, porque le había dado una
insolación. Así que un sitio al lado de Noelia estaba vacío.
-¿Me puedo
sentar?- preguntó Jorge.
-Sí, sí- le
dijo Noelia atragantándose con el agua- ¿sabes como está Álvaro?
-Un poco
quemado- dijo el chico entre risas. Noelia tampoco podía aguantarse las ganas
de reír.
Se pasaron
la tarde haciendo el tonto y el ganso, ya que eran sus especialidades.
-¡Noelia!-
gritó Miguel- toma esta nota es para ti.
Y antes de
que la chica pudiera decir algo, este había desaparecido. Abrió la nota.
TE ESPERO ESTA NOCHE,
CUANDO TODOS DUERMAN
EN EL VESTUARIO DE CHICOS
A LAS 9:30
JORGE.
Cayó la
noche, Noelia antes de acostarse vio que Jorge ya no estaba.
Se hicieron
las nueve y media y, sin despertar a nadie, pasó por el pasillo y se dirigió al
vestuario.
Antes de
entrar alguien la tapó los ojos. Noelia se sobresaltó.
-Soy yo-
dijo la dulce y suave voz de Jorge- confía en mí.
Le cogió la
mano y la llevó a un sala llena de pequeñas velas. Le destapó los ojos.
-Madre mía,
es increíble- dijo ella asombrada- ¿para qué me has traído aquí?
-Para
decirte algo que ojala te lo hubiese dicho de otra manera- dijo agarrándola de
la cintura- te quiero.
Le acarició
la cara con intención de besarla, pero ella se apartó.
-Jorge, no
estoy preparada para besar a alguien- dijo ella apenada- lo siento.
<Pero que
has hecho> pensó ella <no estoy preparada, por favor tengo quince años
deja de comportarte como una niñata de trece años>
Al oír
aquella frase, Jorge no puedo aguantarse las lágrimas y se sentó en uno de los
banco del vestuario llorando. Noelia se acercó a él y se sentó a su lado.
-Si es que
soy un idiota, todo me sale mal contigo- dijo secándose las lágrimas-
perdóname, por favor.
-No te voy a
perdonar por que no has hecho nada malo- dijo ella dándole un beso en la
mejilla- solo te pido que me des tiempo para aclararme las cosas.
Ella se
levantó del banco dirigiéndose hacia la puerta y una vez que parecía que se
había ido, volvió y dijo:
-Te quiero.
-Lo sé- dijo
él dejando de llorar.
Noelia se fue a la cama, pensando en lo que hubiese
pasado si ella hubiera accedido a dar aquel beso. Estaba confusa y tenía
preguntas sin respuesta en la cabeza.Capítulo 4.
4. EL
AMOR DUELE
Segundo día
de travesía, otra vez levántate a las cinco y media de la mañana, desayuna mal
desayunado y cárgate la mochila al hombre para caminar esos veinte kilómetros
de los que te acordarás toda la vida.
Caminar bajo
ese sol del que era fácil coger una insolación y alzar la vista hacia las
cuestas del camino que parecían el Empire State, en el caso de Noelia eso no le
importaba, tenía cosas más importantes en las que pensar.
-Sara, tengo
que hablar contigo- le dijo Noelia apurada.
-¿Qué
ocurre?- preguntó su amiga intrigada.
Noelia le
contó a su amiga todo lo que había pasado la noche anterior y lo que podía
haber pasado si ella no fuese tan cobarde y tan niña. Si hubiese pasado, Jorge
no si hubiera puesto a llorar.
Sara quería
hablar con el chico que no dejaba vivir a su amiga, aunque sabía que a Noelia
no le haría mucha gracia. Así que cuando se instalaron en el nuevo refugio,
Sara se acercó a Jorge.
-Jorge
¿puedo hablar contigo sobre Noelia?
-Que le ha
pasado, está bien- se apresuró a decir el chico.
-Sí
tranquilo. Me contó lo de la otra noche y no para de darle vueltas a la cabeza.
-Sé que fui
u idiota, todo es culpa mía- se lamentaba Jorge.
-No es eso
de lo que está preocupada, si no de que hubiese pasado si ella hubiera accedido
a darte el beso. Está fatal por como te sentiste.
-Debo hablar
con ella, dile que le espero detrás del comedor.
-De acuerdo,
se lo diré.
Sara corrió
hasta donde estaba su amiga para contarle la noticia. La encontró hablando con
Pilar una chica de su misma edad de la que las tres se habían hecho muy amigas.
-Pilar te la
robo un momento- le dijo Sara agarrando del brazo a Noelia.
-Toda tuya.
-¿Qué pasa?-
preguntó Noelia alterada.
-Jorge
quiere hablar contigo, en la caseta, detrás del comedor.
Y antes de
que Sara pudiera decir algo más, Noelia había desaparecido.
Corrió lo
más rápido que pudo aunque, fue en vano. Al llegar a la caseta, Noelia se
arrepentía de estar allí. Vio como Paola, una de las chicas más guapas de todo
el campamento se besaba con Jorge, el príncipe azul de Noelia. La chica no
sabía como reaccionar. Se quedó allí quieta, llorando. Hasta que Jorge apartó a
Paola.
-Noelia…-
dijo él acercándose a ella, peo ya era demasiado tarde, Noelia se había ido
corriendo- ¡Noelia espera!
-Déjala solo
es una cría- dijo Paola agarrándolo del brazo, pero este no se dejó.
-Para mí es
muchísimo más que una simple cría, así que no te atrevas a llamarla así otra
vez.
Jorge se dio
la vuelta con la esperanza de que la chica estuviese allí, pero había vuelto a
desaparecer.
Fue a
buscarla donde estaban sus amigas.
-Ana, Sara
¿habéis visto a Noelia?- les preguntó el chico sofocado.
-No, porqué
¿qué pasa?- preguntó Ana.
-Paola me
engañó para que yo le besara, Noelia lo vio, se echó a correr llorando y ahora
ya no la encuentro- dijo Jorge cogiendo aire.
Sara que,
aunque la chica no era muy inteligente, empezó a pensar el lugar donde, para
Noelia, comenzó todo.
-Yo sé donde
puede estar- le dijo Sara- ¿dónde fue la última vez que estuviste con ella?
Jorge
recordó que la noche en vestuario fue la última vez que estuvo con ella.
-En el
vestuario- dijo el- gracias chicas, os debo una.
Fue
corriendo hasta llegar al pasillo que lleva a los vestuarios. A la derecha le
pareció oír los llantos de la
chica. Entró
y allí estaba, sentada en el suelo con la cabeza metida entre las piernas.
Jorge se acercó a ella.
-¿Noelia?
-¡Déjame en
paz!- gritó la chica sin mirarle a los ojos. Hizo la acción de levantarse, pero
Jorge la retuvo sujetándola del brazo.
-Por favor,
escúchame. Yo no besé a Paola, ella me engañó para que yo lo hiciera. Yo no
quería hacerlo.
Noelia era
la primera vez que le miraba a los ojos.
-Y como hago
yo ahora para creerte, como sé que no fuiste tú quien la besó- dijo ella con
los ojos rojos de tanto llorar.
-Pues…
porque te quiero- dijo Jorge reprimiendo las ganas de llorar el también- porque
eres en la primera persona que pienso cuando me levanto y la último cuando me
acuesto. Y ahora mis preguntas son, ¿me quieres? ¿Quieres que me vaya?
Noelia no
respondió automáticamente, ¿cómo sabía que no le mentía? Pero no podía pensar
en hacer lo correcto.
-No, por
favor- dijo ella cogiéndolo de la mano- ¿qué tengo que hacer para que no te
vayas?
-Ya sabes lo
que quiero- dijo acercándose a ella.
Él no estaba
jugando limpio, ella ya sabía a lo que el se refería y también él sabía que
ella iba a tener tentación, pero no podía hacerlo.
Jorge volvió
a hacer el intento de besarla por segunda vez y ella se negó nuevamente.
-¿Qué pasa?-
preguntó él.
-No puedo.
Jorge miró
al techo insatisfecho por la decisión de la chica.
-¿Por qué?
-Porque
aunque tenga quince años no sé si estoy preparada para esto. Así que no pierdas
más el tiempo conmigo y vete con una chica que si que lo esté.
-Esperaré lo
que haga falta. Te quiero demasiado como para perderte.
Noelia se
acercó al chico y le dio un beso en la mejilla.
-Tiempo al
tiempo- le dijo ella con una tímida sonrisa. Salió del vestuario para
encontrarse con sus amigos, pero sólo encontró a Pablo.
-Hola Noe,
¿qué tal con Jorge?
-¿Cómo sabes
que he estado con él?
-Ana me lo
dijo- respondió entre risas- ¿qué te pasa?
-Si la
persona de la que estás enamorada, lo único que desea es besarte y tu te niegas
por que, a pesar de la edad que tienes piensas que no estás preparada y sabes
que tienes miedo de lo que pueda pasar. ¿Qué deberías hacer?
-Lanzarte-
dijo Pablo sin duda alguna- y te lo digo porque me ha pasado y no quiero que te
pase a ti lo mismo.
Noelia le
hizo caso a su amigo, sabía que él tenía experiencia en esto porque, además de
tener las chicas rendidas a sus pies, era un año mayor que ella y sabía lo que
hacía.
Noelia vio
salir a Jorge del vestuario y no se lo pensó dos veces, corrió a su encuentro
para dejar de ser una cría, dejando el miedo atrás.
-¡Jorge!-
gritó.
Se lanzó a
sus brazos, cerró los ojos y le besó.
Volvió a
sentir el mismo hormigueo en el estómago, como cuando en el campamento su chicos
le pasó el brazo por sus hombros. Se miraron durante unos instantes.
-¿Y esto? ¿No
decías que no estabas preparada?
-Y sigo sin
saber si lo estoy, pero le he hecho caso a mí corazón- dijo Noelia mirando a
Pablo que le guiñaba un ojo. Jorge le acarició la cara para que se girase y así
poder mirarlo.
-Te quiero-
le dijo el chico.
-Lo sé- respondió Noelia con su tímida sonrisa.
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