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Hola a todos/as:
En este blog encontraréis un libro que he escrito yo misma. Amor, traiciones y amistad se esconden en este libro.
¡ESPERO QUÉ OS GUSTE! :) :)

sábado, 18 de agosto de 2012

Capítulo 2.


2. SUPERSTICIONES.


Pasaron los días en el campamento y los monitores reunieron a todos los chicos en el comedor para darles una noticia.
-Chicos- comenzó a decir el jefe del campamento- quiero que sepáis que mañana empezaremos una travesía que durará cuatro días aproximadamente.
Todos comenzaron a quejarse de esa noticia que para ellos era lo peor que les podían decir.
-Pero no olvidéis que esta noche haremos un pequeña velada, pero ahora a comer- acabó diciendo otro de los monitores.
A la hora de comer Sara, Ana y Noelia se sentaron junto a Mario, Carlos, Pablo y Álvaro. Diego un niño de once años apareció para darle una nota a Noelia.
-Gracias- le dijo ella -¿sabes de quien es?
-De mi hermano- se adelantó Álvaro.
Noelia la abrió y comenzó a leerla:

TE ESPERO EN LOS BAÑOS
DESPUÉS DE LAS TAREAS
ÁNGEL.

-¿Qué querrá?- preguntó Ana.
-Viniendo de mi hermano, miedo me da- respondió Álvaro.
Una vez acabadas las tareas, Noelia se acercó a los baños y desde lejos puedo ver el enorme ego de Ángel.
-Recibí tu nota- dijo Noelia- ¿qué quieres?
-Me gustaría decirte que…bueno que… me gustas.
Noelia se quedó helada, sin saber que responder.
-Mira me siento alagada pero…
-Lo sabía, no sientes lo mismo- dijo el chico cabizbajo.
-Lo siento.
-No importa, quedamos como amigos ¿no?
-¡Claro!- dijo ella con una sonrisa.
Llegó la noche y con ella el momento que todos estaban esperando.
Para hacer las veladas el campamento tenía como una especie de anfiteatro donde se celebraban todos los actos.
Noelia, como pasó mucho calor por el día y pensando que también lo iba a hacer por la noche, no se cogió el abrigo.
Se sentó en las frías escaleras, sola, porque a Ana le dolía mucho la tripa y Sara se había quedado con ella en la enfermería.
Tiritaba de frío, se lamentaba de no haberse puesto el abrigo.
-¿Estás bien?- le preguntó la voz de Jorge.
-S-s-si- tiritó Noelia.
-¿Quieres mi abrigo?
-No, no quiero que pases frío por mi culpa, pero gracias.
-Vale como quieras- dijo Jorge alejándose.
Pasaron unos cinco minutos, Noelia ya no sentía prácticamente las manos, hasta que sintió como algo le tapaba los hombros.
-Te he dicho que no me hace falta- replicó ella.
-Yo también puede llegar a ser muy cabezota- dijo Jorge colocándole su abrigo por encima.
Noelia se sentía un poco mejor, pero Jorge podía ver como sus temblores no cesaban, así que le pasó el brazo por los hombros.
-¿Te importa?- le preguntó a la chica.
-No, para nada- le respondió colocando su cabeza en el hombro del chico.
De pronto, Noelia sintió como un hormigueo por dentro, algo que nunca había sentido, se había enamorado de Jorge.
Paró de tiritar y sentía como su amigo la acariciaba el pelo mientras le acompañaba a su tienda.
-Gracias por el abrigo_ le dijo ella devolviéndoselo.
-No hay porqué darlas- le dijo apartándole el pelo de la cara y le dio un abrazo.
-Buenas noches.
-Buenas noches, preciosa.
Noelia vio como el chico de sus sueños se alejaba caminando, sin dejar de mirarla.
Noelia entró en a tienda.
-Buenas noches, preciosa- se burló Mario.
-¡Cuéntanoslo todo!- saltó Ana que ya parecía encontrarse mucho mejor.
-No ha pasado nada. Buenas noches a todos- dijo Noelia metiéndose en el saco de dormir, sin dejar de pensar en él.

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