SOBRE EL BLOG:

Hola a todos/as:
En este blog encontraréis un libro que he escrito yo misma. Amor, traiciones y amistad se esconden en este libro.
¡ESPERO QUÉ OS GUSTE! :) :)

sábado, 18 de agosto de 2012

Capítulo 4.



 4. EL AMOR DUELE

Segundo día de travesía, otra vez levántate a las cinco y media de la mañana, desayuna mal desayunado y cárgate la mochila al hombre para caminar esos veinte kilómetros de los que te acordarás toda la vida.
Caminar bajo ese sol del que era fácil coger una insolación y alzar la vista hacia las cuestas del camino que parecían el Empire State, en el caso de Noelia eso no le importaba, tenía cosas más importantes en las que pensar.
-Sara, tengo que hablar contigo- le dijo Noelia apurada.
-¿Qué ocurre?- preguntó su amiga intrigada.
Noelia le contó a su amiga todo lo que había pasado la noche anterior y lo que podía haber pasado si ella no fuese tan cobarde y tan niña. Si hubiese pasado, Jorge no si hubiera puesto a llorar.
Sara quería hablar con el chico que no dejaba vivir a su amiga, aunque sabía que a Noelia no le haría mucha gracia. Así que cuando se instalaron en el nuevo refugio, Sara se acercó a Jorge.
-Jorge ¿puedo hablar contigo sobre Noelia?
-Que le ha pasado, está bien- se apresuró a decir el chico.
-Sí tranquilo. Me contó lo de la otra noche y no para de darle vueltas a la cabeza.
-Sé que fui u idiota, todo es culpa mía- se lamentaba Jorge.
-No es eso de lo que está preocupada, si no de que hubiese pasado si ella hubiera accedido a darte el beso. Está fatal por como te sentiste.
-Debo hablar con ella, dile que le espero detrás del comedor.
-De acuerdo, se lo diré.
Sara corrió hasta donde estaba su amiga para contarle la noticia. La encontró hablando con Pilar una chica de su misma edad de la que las tres se habían hecho muy amigas.
-Pilar te la robo un momento- le dijo Sara agarrando del brazo a Noelia.
-Toda tuya.
-¿Qué pasa?- preguntó Noelia alterada.
-Jorge quiere hablar contigo, en la caseta, detrás del comedor.
Y antes de que Sara pudiera decir algo más, Noelia había desaparecido.
Corrió lo más rápido que pudo aunque, fue en vano. Al llegar a la caseta, Noelia se arrepentía de estar allí. Vio como Paola, una de las chicas más guapas de todo el campamento se besaba con Jorge, el príncipe azul de Noelia. La chica no sabía como reaccionar. Se quedó allí quieta, llorando. Hasta que Jorge apartó a Paola.
-Noelia…- dijo él acercándose a ella, peo ya era demasiado tarde, Noelia se había ido corriendo- ¡Noelia espera!
-Déjala solo es una cría- dijo Paola agarrándolo del brazo, pero este no se dejó.
-Para mí es muchísimo más que una simple cría, así que no te atrevas a llamarla así otra vez.
Jorge se dio la vuelta con la esperanza de que la chica estuviese allí, pero había vuelto a desaparecer.
Fue a buscarla donde estaban sus amigas.
-Ana, Sara ¿habéis visto a Noelia?- les preguntó el chico sofocado.
-No, porqué ¿qué pasa?- preguntó Ana.
-Paola me engañó para que yo le besara, Noelia lo vio, se echó a correr llorando y ahora ya no la encuentro- dijo Jorge cogiendo aire.
Sara que, aunque la chica no era muy inteligente, empezó a pensar el lugar donde, para Noelia, comenzó todo.
-Yo sé donde puede estar- le dijo Sara- ¿dónde fue la última vez que estuviste con ella?
Jorge recordó que la noche en vestuario fue la última vez que estuvo con ella.
-En el vestuario- dijo el- gracias chicas, os debo una.
Fue corriendo hasta llegar al pasillo que lleva a los vestuarios. A la derecha le pareció oír los llantos de la
chica. Entró y allí estaba, sentada en el suelo con la cabeza metida entre las piernas. Jorge se acercó a ella.
-¿Noelia?
-¡Déjame en paz!- gritó la chica sin mirarle a los ojos. Hizo la acción de levantarse, pero Jorge la retuvo sujetándola del brazo.
-Por favor, escúchame. Yo no besé a Paola, ella me engañó para que yo lo hiciera. Yo no quería hacerlo.
Noelia era la primera vez que le miraba a los ojos.
-Y como hago yo ahora para creerte, como sé que no fuiste tú quien la besó- dijo ella con los ojos rojos de tanto llorar.
-Pues… porque te quiero- dijo Jorge reprimiendo las ganas de llorar el también- porque eres en la primera persona que pienso cuando me levanto y la último cuando me acuesto. Y ahora mis preguntas son, ¿me quieres? ¿Quieres que me vaya?
Noelia no respondió automáticamente, ¿cómo sabía que no le mentía? Pero no podía pensar en hacer lo correcto.
-No, por favor- dijo ella cogiéndolo de la mano- ¿qué tengo que hacer para que no te vayas?
-Ya sabes lo que quiero- dijo acercándose a ella.
Él no estaba jugando limpio, ella ya sabía a lo que el se refería y también él sabía que ella iba a tener tentación, pero no podía hacerlo.
Jorge volvió a hacer el intento de besarla por segunda vez y ella se negó nuevamente.
-¿Qué pasa?- preguntó él.
-No puedo.
Jorge miró al techo insatisfecho por la decisión de la chica.
-¿Por qué?
-Porque aunque tenga quince años no sé si estoy preparada para esto. Así que no pierdas más el tiempo conmigo y vete con una chica que si que lo esté.
-Esperaré lo que haga falta. Te quiero demasiado como para perderte.
Noelia se acercó al chico y le dio un beso en la mejilla.
-Tiempo al tiempo- le dijo ella con una tímida sonrisa. Salió del vestuario para encontrarse con sus amigos, pero sólo encontró a Pablo.
-Hola Noe, ¿qué tal con Jorge?
-¿Cómo sabes que he estado con él?
-Ana me lo dijo- respondió entre risas- ¿qué te pasa?  
-Si la persona de la que estás enamorada, lo único que desea es besarte y tu te niegas por que, a pesar de la edad que tienes piensas que no estás preparada y sabes que tienes miedo de lo que pueda pasar. ¿Qué deberías hacer?
-Lanzarte- dijo Pablo sin duda alguna- y te lo digo porque me ha pasado y no quiero que te pase a ti lo mismo.
Noelia le hizo caso a su amigo, sabía que él tenía experiencia en esto porque, además de tener las chicas rendidas a sus pies, era un año mayor que ella y sabía lo que hacía.
Noelia vio salir a Jorge del vestuario y no se lo pensó dos veces, corrió a su encuentro para dejar de ser una cría, dejando el miedo atrás.
-¡Jorge!- gritó.
Se lanzó a sus brazos, cerró los ojos y le besó.
Volvió a sentir el mismo hormigueo en el estómago, como cuando en el campamento su chicos le pasó el brazo por sus hombros. Se miraron durante unos instantes.
-¿Y esto? ¿No decías que no estabas preparada?
-Y sigo sin saber si lo estoy, pero le he hecho caso a mí corazón- dijo Noelia mirando a Pablo que le guiñaba un ojo. Jorge le acarició la cara para que se girase y así poder mirarlo.
-Te quiero- le dijo el chico.
-Lo sé- respondió Noelia con su tímida sonrisa.

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