5.
ERRORES
Último día
de travesía, todos volvían al campamento. Algunos con alguna insolación, otros
con ampollas en los pies y algunos con la preguntas confusas por fin resueltas.
Noelia y
Jorge por fin estaban juntos. No sabían si el resto de sus compañeros se habían
enterado de la noticia.
Jorge hacía
todo lo posible para no hacerlo notar, pero lo que sentía por ella era tan
fuerte que, a veces, se le hacía imposible evitarlo.
Una vez
llegados al campamento, Noelia no aguantaba más y les contó la noticia a sus
amigos.
-¡Qué
fuerte!- chilló Sara.
-Me alegro
mucho por ti- dijo Carlos- te lo mereces.
Todos
dijeron algo excepto Mario que se mantuvo callado, esperando cambiar de tema.
-Gracias
chicos- dijo la enamorada con una sonrisa imborrable de la cara- ¡aún no me lo
creo!
Aunque, como
en las películas, todo lo bonito se acaba. Noelia no sabía que Paola, la chica
que besó a su chico malamente, se había enterado de todo lo que la chica les
había comentado a sus amigos.
-Vaya-
comenzó a decir aquella víbora- al final la niña bonita conseguido lo que
quería ¿no?- reprochó Paola.
-Y por lo
visto tu no sabes perder- soltó Noelia- ¿qué quieres Paola?
-Vengo a
advertirte.
-¿Advertirme
de qué?
-De que te
vayas haciendo a la idea de que tu historia amorosa con Jorge se va ha acabar.
-¿Por qué me
dices eso?- le preguntó Noelia asustada.
-Porque
dentro de muy pocos días Jorge y tu no os volveréis a ver hasta dentro de Dios
sabe cuantos años y, lo más probable es que él se olvide de ti y salga con otra
persona más cercana a él, alguien como… yo , por ejemplo.
-El no lo
haría, si me quiere no me olvidará tan fácilmente- respondió Noelia cada vez
más asustada. Ella sabía que Paola era capaz de hacer todo lo que estaba en su
mano para arrebatarle a Jorge.
Paola soltó
una diabólica y fría carcajada.
-Mira
criaja, Jorge va a ser mío quieras o no y tu para el sólo serás un amargo y
triste recuerdo.
Noelia no
aguantaba más y se fue corriendo golpeando el brazo de Paola y entró en su
tienda de campaña, asustada sin saber que hacer ni pensar por lo que Paola le
había contado fuera.
Se sentó en
una de las esquinas más oscuras de la tienda y le pareció ver un larga sombra.
Entró un chico de pelo negro, alto y vestí con una camiseta roja y unos
vaqueros desgastados, era Mario. El chico consiguió verla sentada en el suelo
de la tienda.
-Noelia,
¿eres tú?
-Sí-
respondió ella llorando.
Cuando Mario
vio llorar a su amiga de aquella manera el mundo se le vino abajo.
-¿Qué te
pasa? No llores por favor- le dijo Mario sentándose a su lado.
-Paola me ha
dicho que lo más probable es que Jorge se olvide de mí cuando nos vayamos y
ella será su novia, porque dice que yo no tengo ninguna posibilidad a su lado.
Cuando me lo ha contado, yo me quería morir, Mario- dijo ella mientras su amigo
la abrazaba con fuerza.
-Eso nunca
va a pasar, tranquila- dijo abrazándola- ¡Dios mío Noelia, pero si estás
temblando!
En ese momento,
Noelia abrió los ojos y vio a Jorge, perplejo por el abrazo de Mario y su
chica. Se fue sin decir una palabra y Noelia se disculpó con Mario para salir
en su busca.
-¡Jorge,
espera!- gritó Noelia.
Jorge no se
dignó a girarse para mirara a la chica que le había robado el corazón.
-Puedo
explicártelo- dijo Noelia.
-¡No hay
nada que explicar!- aulló el-te he visto, confiaba en ti, y te he visto con
Mario.
-El sólo me
está ayudando por lo que estoy pasando- respondió con un mar de lágrimas en los
ojos- no ha pasado nada.
Mario oyó,
desde la tienda, los gritos de su amiga y de su novio, corrió y salió en su
ayuda.
-Jorge,
tranquilízate- le dijo Mario con valentía- si lo está pasando mal es por ti y
por lo que hace quince minutos le ha dicho tu amiguita Paola.
-Y porque no
a acudido a mí- dijo Jorge furioso- ¡ah! Claro será porque ella es tan inocente
que también siente algo por ti ¿verdad?
A Mario le
sentaron muy mal aquellas frases, si que es cierto que desde los ocho años
había sentido algo por ella pero nunca había salido a la luz. Debía de cambiar.
-¡No es
verdad! Sabes que solo te quiero a ti- replicó Noelia dudosa. No estaba segura
de si solo sentía algo por el.
-Si es
verdad, siento algo muy fuerte por Noelia y voy a luchar por lo que siento- le
dijo triunfante Mario a Jorge.
Noelia quedó
petrificada ante la declaración de Mario, no se lo esperaba.
Jorge no
aguantó más y se abalanzó sabre Mario. Ambos acabaron en el suelo. Los dos
forcejearon, pero Mario se llevó la peor parte. Se quedó tirado en el suelo con
el labio inferior sangrando.
Noelia cayó
de rodillas al lado de su amigo fulminando con la mirada a Jorge que se tapaba
la boca con su mano izquierda.
-Noelia,
yo……- balbuceó Jorge
-¡LÁRGATE!
No quiero volver a verte más, lo nuestro fue un error. ¡VETE!- aulló la chica
llena de ira.
No era una
de esas escenas de una película donde están todos felices y contentos. Mario
estaba tirado en el suelo con la boca manchada de sangre, Noelia, enfadada,
miraba a su amigo y Jorge estaba quieto sin mover un músculo de su cuerpo.
Ahora el que lloraba era él.
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